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El tratamiento del bruxismo se enfoca en abordar y gestionar el hábito involuntario de rechinar o apretar los dientes, que puede ocurrir tanto durante el sueño como en momentos de estrés durante el día. Este trastorno puede causar desgaste dental, dolor mandibular, dolores de cabeza y otros problemas de salud bucal. Los tratamientos incluyen el uso de férulas o protectores bucales, técnicas de manejo del estrés y, en algunos casos, terapia física o medicación.
Las férulas nocturnas y protectores bucales protegen los dientes del desgaste y daños causados por el rechinamiento, preservando la integridad dental.
Los tratamientos ayudan a reducir el dolor mandibular, los dolores de cabeza y la tensión muscular asociados con el bruxismo, mejorando el bienestar general del paciente.
Al tratar el bruxismo, los pacientes pueden experimentar una mejora significativa en la calidad del sueño, despertando más descansados y con menos molestias.
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