El tratamiento con Botox es un procedimiento estético en el que se inyecta toxina botulínica tipo A en los músculos faciales para reducir temporalmente la aparición de arrugas y líneas de expresión. Botox actúa relajando los músculos subyacentes, lo que suaviza la piel y proporciona una apariencia más juvenil y rejuvenecida.
Suaviza las líneas de expresión y arrugas, especialmente en áreas como la frente, entrecejo y alrededor de los ojos, proporcionando una apariencia más joven y relajada.
Es un tratamiento mínimamente invasivo que no requiere cirugía, con una aplicación rápida y prácticamente sin tiempo de inactividad, permitiendo volver a las actividades diarias de inmediato.
Ofrece resultados visibles en pocos días, con una duración de varios meses, permitiendo ajustes periódicos según las necesidades estéticas del paciente.
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